“¡Mi hijo pequeño está muy triste y no sé cómo ayudarle!” Seguramente muchos padres han pasado por esa desesperante situación alguna vez. Conoce la bonita historia de un niño que supera la depresión gracias a un perro. ¿Es posible, de verdad, que una mascota pueda ayudar a curar enfermedades?
Carter Blanchard, es un niño de 6 años que vive en Arkansas y nota cómo en su carita le aparecen unas manchas blancas. Estas se van haciendo más grandes y se van extendiendo. ¿Qué le está sucediendo?
El pequeño es diagnosticado de vitiligo, una enfermedad en la que se va perdiendo la pigmentación de la piel. La enfermedad se caracteriza porque aparecen manchas blancas en la piel que van extendiéndose por todo el cuerpo.
” Tengo vitiligo, ¿y qué?”
– Presentador, Juan Imedio-
Al ser una enfermedad visible a todo el mundo Carter se siente muy triste, pues no es raro que los niños con esta enfermedad sufran de depresión, sobre todo si están en edad escolar y van teniendo conocimiento de lo que les está ocurriendo.
Conocer cómo Carter supera la depresión, puede ser un rayo de esperanza para los padres que están pasando por la misma situación con sus pequeños.
La madre de Carter va viendo cómo poco a poco el pequeño se va apagando y está muy triste debido al complejo que le producen esas manchas en la cara. Un día descubre que ni siquiera tiene ganas de ir al colegio, y que está llegando a odiar su rostro.
Alarmada por esa situación tan desesperada y triste, decide buscar en Internet algo sobre la enfermedad de su hijo. Para su sorpresa descubre que hay un perro, famoso en las redes sociales, que tiene vitiligo como Carter.
Rápidamente la mamá intenta contactar con la dueña del perro para aliviar el sufrimiento de su hijo. Ella piensa que si su hijo ve al perro con la misma enfermedad que él tiene, quizá reaccione de una manera positiva. Así, como haría cualquier madre en su misma situación, se pone manos a la obra.
El gran problema surge cuando la mamá de Carter descubre que el perro vive a kilómetros de distancia y que el trayecto le va a costar mucho dinero. Resuelta a no dejar pasar la oportunidad de ver cómo su hijo supera la depresión, decide pedir un préstamo para el viaje.
Esta conmoverdora historia no solo tiene el final feliz, sino también el trayecto hasta alcanzar el objetivo, pues la sorpresa para la mamá llega cuando alguien, de manera desinteresada y anónima, le consigue el dinero del viaje. ¡Qué gratitud debió sentir esa madre!
El momento tan esperado para todos, especialmente para Carter y su madre llega por fin con el encuentro con Rowdy, un perro labrador negro de 13 años. ¿Cómo reaccionarán ambos?
Carter llegó a ver que no era el único que padecía esa enfermedad, y que se puede llegar a vivir feliz conociendo y adaptándose a ella. El pequeño recuperó la sonrisa, su autoestima y la felicidad, y su madre comprobó que se puede superar la depresión con una mascota con la misma enfermedad.
Seguramente no sería ni la única ni última vez que Carter y Rowdy se vieran y pasaran un rato juntos, pues tanto la dueña como la madre hicieron los arreglos oportunos para que el niño tuviera contacto con su nuevo amigo.
Con esta historia con final feliz queda claro la gran ayuda que los animales pueden proporcionar a los enfermos. Estudios científicos han demostrado que, por ejemplo, los perros pueden ayudar a superar problemas psicológicos y mentales.
También otros animales como el caballo, puede ayudar a niños en silla de ruedas o con problemas de movilidad y el delfín puede llegar a ayudar en enfermedades como el autismo.
Seguiremos esperando ansiosos los avances de la ciencia en este campo y en muchos otros.
0 comentarios