miércoles, 6 de diciembre de 2017

El pulso por la herencia negra de Escobar y del 'Mexicano'

Medellín restringió el uso de los narcobienes, se redujo su valor y ahora nadie los quiere.

Los últimos vestigios de opulencia mafiosa de los narcos Pablo Emilio Escobar Gaviria y Gonzalo Rodríguez Gacha, alias el Mexicano, están en Medellín. Aunque varias de sus excéntricas propiedades escaparon del radar de las autoridades al quedar en manos de testaferros, otras, como la casa de descanso del ‘Mexicano’ y la primera mansión que compró Escobar, están bajo control del Estado.
De hecho, en septiembre, la Sociedad de Activos Especiales (SAE) las sacó a subasta junto con otras dos propiedades del clan Galeano, que están en el ‘top’ 10 de bienes incautados y extinguidos al narcotráfico.


Se calcula que con su venta obtendrían 63.000 millones de pesos, que el Ministerio de Hacienda distribuirá en varios rubros para ayudar a tapar el hueco fiscal. Pero su comercialización se acaba de ir al piso por un cambio en la normativa urbanística de Medellín.

Ahora los cuatro bienes quedaron valiendo 24.985 millones de pesos menos, y ya nadie los quiere adquirir.

Las joyas
      
Tal vez el más apetecido se conoce como ‘los Balsos’ por estar incrustado en la loma de ese mismo nombre, en pleno corazón de El Poblado. EL TIEMPO recorrió parte de sus 21.000 metros cuadrados, que explican por qué su precio comercial se estima en cerca de 21.000 millones de pesos. El ‘Mexicano’ usó en su construcción mármol, madera importada y otros materiales de lujo para levantar un edificio con amplios salones, dos canchas de tenis, piscina y jardines que usaba cuando visitaba a su socio Escobar.

problema con herencia de pablo escobar y el mexicano
Desde 1999, la Fiscalía dictó medidas cautelares sobre el bien, que estaba a nombre de Agrícola Casa Nueva S. A. y fue convertido en el hotel Providencia en el 2007 por Alberto Castaño, empresario que se resistía a devolvérselo a la SAE alegando tener derechos por un contrato con la Lonja de Propiedad Raíz de Medellín.

Al final, la SAE lo recuperó física y judicialmente en julio pasado, pero cuando iba a sacarlo a subasta se percató de que varios inmuebles en Medellín bajo su tutela aparecían demarcados con azul en el mapa oficial del municipio, lo que significa que su uso fue cambiado.

En efecto, la vocación del megaedificio ya no es comercial, sino de uso público proyectado. En la práctica, significa que ya no se podrán hacer las cuatro torres de apartamentos que potenciales clientes querían levantar. De hecho, su precio comercial se descolgó de 21.000 millones de pesos a cerca de 7.000 millones.

La norma que afectó la casa de descanso de Rodríguez Gacha es el Acuerdo 048, de 2014, por el cual se adoptan la revisión y ajuste de largo plazo del Plan de Ordenamiento Territorial de Medellín, adoptado por el Concejo durante la administración de Aníbal Gaviria Correa.









Según el documento, el municipio tiene planes para usar en un futuro parte del predio en obras públicas. Para ello tendría que adquirirlo en los próximos años a un precio no comercial, sino catastral. Pero se le informó a la SAE que por ahora no hay presupuesto para la compra.

“Nos castigaron varios de los predios en extinción, afectando su comercialización y uso. Una cadena de supermercados extranjera estaba interesada en adquirir la casa de descanso de Rodríguez Gacha, pero ahora solo se puede usar como parqueadero, vivero o explotar de nuevo el hotel”, explicó uno de los funcionarios de la SAE.

Hay tres megapredios más en idéntica situación, que le significarán al Estado dejar de recibir los 24.985 millones de pesos.

La primera casa de Escobar, en la transversal superior 16 A, es otra de las golpeadas. Allí estaba la Fundación La Luz, que por 15 años rehabilitó drogadictos en la edificación semicampestre, con cancha de fútbol, fauna silvestre y lago.


problema con herencia de pablo escobar y el mexicano
Este aparece en la nueva norma demarcado con verde, lo que significa que su uso es exclusivamente dotacional, es decir que solo pueden funcionar allí centros educativos, hospitalarios, culturales, deportivos o de asistencia social.



Con esa variación, ya no se podrá negociar en los cerca de 8.000 millones que aspiraba la SAE. De hecho, el municipio deberá rebajarle el valor catastral, que hoy supera los 5.000 millones de pesos.

Los otros dos megapredios afectados son dos lotes, uno de ellos tasado en 19.000 millones de pesos, conocido como ‘lote Complex’ por estar cerca de esa ciudadela en El Poblado; y otro de 15.000 millones, ubicado a la altura de la calle 9C Cola del Zorro, vía Las Palmas, también de Escobar. Ambos, ligados a los hermanos Galeano, socios de Escobar, aparecen en el nuevo POT como espacio público proyectado.

La SAE busca alternativas para liberar esos predios o al menos para que Medellín aplique la llamada compensación reponiendo terreno en otra zona. Por ahora su venta está embolatada, y esta semana la SAE y el municipio esperan reunirse para buscarle salidas al entuerto.

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