Darle las herramientas necesarias para que sea independiente, profesional y feliz, donde sus logros o fracasos sean asumidos con entereza y con toda la tranquilidad que supone cada experiencia que tenemos en la vida.
Pero ¿Qué sucede con aquellos padres que no tienen límites en cuanto al apoyo a sus hijos? Hoy tocaremos el caso de la hermosa niña que hace unos años atrás se corono como la niña más hermosa del mundo, verdaderamente es preciosa ¿verdad?
Su madre muy orgullosa no se cansa de publicar fotos por internet de la pequeña. No es una ni dos fotos, son muchas mostrando la evolución de la niña. Podemos apreciar como lucia antes y cómo luce hoy en día, sinceramente cada día es mucho más linda, cuenta con unos atributos naturales que causan admiración.
Su madre no cesa de alagar los encantos de la pequeña y encabeza la lista de sus admiradores, una lista que cada día aumenta más y más.
Sin embargo no todos los cibernautas están de acuerdo con esta manera de explotar a la pequeña. Argumentan que la madre está exponiendo a la niña a grandes peligros. Saber quien está al otro lado del monitor y que intenciones puede tener, son razones valederas para frenar un poco esta publicidad que se le hace a una infante, quizás su madre no se ha detenido a analizar los alcances que esto puede tener.
Muchos son los casos de abuso infantil, pornografía, trata de personas y un sinfín de delitos más, que involucran las redes sociales y todo lo que engloba internet. Es oportuno que esta madre entienda y acepte que está cometiendo un error y sea más prudente con la forma de promocionar a su linda hija.
Son muchos los comentarios negativos al respecto y al parecer a la orgullosa madre no le interesan, ella sigue publicando fotos de la menor donde se puede observar cómo ha crecido, toda su evolución desde la fecha donde se corono como la niña más linda y hoy en día puede presumir de una belleza incomparable, algo que todos los que quieran observar tiene acceso sin restricción.
Amar a nuestros hijos, apoyarlos y sentirnos orgullosos de ellos son aspectos que como padres disfrutamos. Pensemos antes de actuar, probablemente y sin querer, somos nosotros mismos quienes los ponemos en peligro, y esa no es la idea.
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