“Pero si él me dice vamos a la guerra, vuelvo con él”.
Pablo Escobar marcó un antes y un después en la historia de la Hispanoamérica y muchas leyendas surgieron luego de su caída el año 1993. El líder del “Cartel de Medellín” fue el máximo exportador de drogas hacia todo América. También uno de los máximos criminales que ha conocido nuestra historia, quien manejó un selecto grupo de sicarios que asesinaban a cualquiera que amenazara su imperio del narcotráfico.
Uno de estos sicarios es Jhon Jairo Velásquez Vásquez, mejor conocido como “Popeye“, nombre que le otorgaron en el Cartel de Medellín. Popeye fue uno de los sicarios en los que Pablo Escobar depositó más confianza. Estuvo en prisión por 23 años por los más de 300 asesinatos cometidos por sus propias manos. Otros 3 mil homicidios, fueron coordinados por él. Todo esto, bajo sus propias palabras.
Pero una vez abandonó las frías rejas en las que vivió por largo tiempo, saltó extrañamente a la fama. Ha publicado libros, es un usuario activo de las redes sociales e incluso tiene una serie de Netflix y películas a su nombre. Popeye salió de la cárcel para comenzar una vida nueva, dejando atrás la sangre que bañaba sus manos.
La carrera que Popeye comenzó en la vía pública ha tenido bastante éxito. Abrió un canal de YouTube para responder preguntas de la gente en donde a día de hoy tiene casi 500 mil suscriptores. Actuó de sí mismo en la película “Sicario Profesional” y ahora pretende abrir un negocio en Chile.
El negocio que pretende iniciar en Chile nació luego de que Popeye se reuniera con Jorge “Chino” Miranda, Manuel Palma y Robinson Cruces en local “El Cartel“, ubicado en el Persa BioBío. En este recinto pretenden darle vida a su nueva empresa: venta de poleras con frases de Pablo Escobar y los libros que ha escrito Popeye luego de salir de la cárcel.
“Las camisetas se dieron por todas las frases que yo utilizaba en Facebook” relata al medio chileno LaCuarta, Red social en donde asegura que lo amenazaban de muerte diariamente, pero Popeye solo respondía “a mí que me maten de bala y no de miedo”.
La ropa que vende Popeye rápidamente comenzó a popularizarse. Otros países comenzaron a interesarse en el vestuario con frases e imágenes de Pablo Escobar y rápidamente llegaron a Chile.
Esta nueva iniciativa de Popeye no es gratuita. El ex sicario busca una oportunidad en la sociedad que tanto lo odió (u odia aún) luego de cometer tantos asesinatos. No obstante, su fanaticada más joven lo ven como un ejemplo. Frente a esta declaración él asegura que “me ven como una salida a la pobreza. Yo no soy un ejemplo, por mi serie, por todo lo que hago. Eramos más de 3 mil sicarios y solo quedamos cuatro vivos“, afirma.
Su llegada a Chile despertó una serie de dudas sobre la relación que tuvo Pablo Escobar con el régimen militar que imperaba en Chile durante los años 80’s, pero Popeye, siempre fiel a su ex jefe, aseguró que no hubo ningún contacto entre Escobar y Augusto Pinochet.
“Él era de ultraderecha y mi patrón de izquierda. Nosotros mandábamos droga a Centroamérica y los Estados Unidos. Chile no era un país consumidor de drogas”.
Actualmente Popeye asegura que lleva el pan a su mesa de forma honrada. Nada de asesinatos, tráfico de drogas ni robos. Se mantiene gracias a la venta de sus libros, su canal de YouTube y su serie de Netflix.
A los jóvenes que buscan ser como él, les aconseja que “no vale la pena perder un tesoro que tiene que es su juventud“. Luego de esta frase, recordó nuevamente a “su patrón” afirmando que hoy en día no existe la palabra lealtad. “Piensa que la cabeza de mi patrón valía 20 millones de dólares y ninguno de nosotros la entregó“.
A día de hoy Popeye no mantiene contacto con ningún otro sicario, solo con el hijo de Pablo Escobar. “Mi respeto por él es uno solo. Si yo llegué a ser general de los ejércitos de Pablo Escobar fue por dos cosas: lealtad y disciplina. Yo le diría que hay una segunda oportunidad después de la prisión… pero si él me dice vamos a la guerra, vuelvo con él“, aseguró.
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